El Poder Oculto del 80%

“Los detalles marcan la diferencia, y en moda, los accesorios tienen el poder de convertir lo común en extraordinario.”

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Es curioso, ¿no? Te levantas por la mañana, abres el armario y pasas varios minutos decidiendo qué ponerte. Que si esta camisa, que si aquel vestido. Al final, optas por los pantalones de siempre y la blusa que, según tú, es “la estrella del look”. Y sales tan contenta, convencida de que has clavado el estilismo del día. Pero… ¿y si te dijera que lo que realmente define tu estilo hoy no es esa prenda que has elegido con tanto esmero?

Lo sé, suena a herejía fashionista. Pero según estudios de percepción visual, los accesorios —que muchas veces elegimos al final casi sin pensar— tienen más peso de lo que creemos. De hecho, los datos no mienten: el 20% de un estilismo está compuesto por la ropa, mientras que el 80% restante corresponde a los accesorios. Anillos, collares, bolsos, pendientes, cinturones, gafas… Un sinfín de pequeños detalles que, sin que nos demos cuenta, pueden hacer que un estilismo pase de ser simplemente correcto a memorable.

Esto se debe a un concepto conocido en el mundo de la psicología como el “efecto de punto focal”. Cuando miramos un conjunto, nuestra vista tiende a dirigirse primero hacia los elementos que destacan por color, forma o textura. En otras palabras, aunque llevemos un vestido espectacular, serán esos pendientes llamativos o ese bolso con personalidad los que captarán la atención y, finalmente, definirán la impresión que dejamos.

Quizá porque los accesorios son esos héroes silenciosos. Como esos personajes secundarios en una película que, sin decir una palabra, te roban la escena con una mirada. Piensa en Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes: ¿Quién recuerda el vestido negro si no fuera por las perlas que llevaba alrededor del cuello? Un simple collar transformó un vestido sobrio en un símbolo de glamour eterno.